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| Caperucita en el bosque |
Autora: Isabel Riera Torrent.
Técnica: Lápices acuarelables sobre papel.
La nueva
Caperucita llevaría una sudadera roja, tendría inclinación por lo gótico o alternativo, sería una niña a la que le gustaría pasear sola por el bosque, fuese porqué le gustase la ecología, porqué necesitase tiempo para pensar en sus cosas o por algún otro motivo.
Y el lobo, de ser el rey del bosque pasaría a ser un furtivo escondido de los humanos, un superviviente asediado por los cazadores y los pastores, un ser supuestamente solitario que en verdad tiene por costumbre andar en manada y no alejarse mucho de los suyos. Si andase por su cuenta sería para conseguir alimento para los suyos, estaría probablemente débil y flaco, necesitado en demasía lo que provocaría ansiedad y falta de cautela.
Y el
cuento... el cuento sería distinto, perdida la inocencia de
Caperucita gracias a la televisión, internet, la educación sexual recibida... No habría villano, no habría víctima, no habría madre desnaturalizada que enviase a su pequeña a cruzar un bosque peligroso para alimentar a una abuela que viviese apartada de la civilización (¿qué jubilada en su sano juicio se alejaría de los humanos para vivir sola en medio de la nada? sin inserso, sin tai-chi en el gimnasio, sin partidita de parchís con las amigas, sin baile en el club de jubilados...). Y no hablemos de los dulces en la cesta de Caperucita: ¿diabetes? ¿colesterol? imposible, la abuela no se atiborraría alegremente de dulces.
Así que os presento a una Caperucita que se ha ido sola de paseo al bosque, llevando unos cascos que no se ven bajo la capucha de su sudadera roja, con sus botas de suela gorda para no sentir las piedras del camino, yéndose sola de pic-nic o a la búsqueda de alguna aventura aprovechando que sus padres llegarán tarde de hacer horas extra en sus respectivos trabajos mal pagados. El final lo dejo a vuestra elección.
